Ecosistemas Acuáticos

Son los cuerpos de agua como ríos, lagos, pantanos y demás fuentes acuáticas. Los dos tipos más destacados son: los ecosistemas marinos y los ecosistemas de agua dulce.
Ecosistemas de agua dulce
La características del río condicionan la vida de las plantas, animales y personas que viven a lo largo de su curso.
En los ríos se pueden descubrir diversos ecosistemas, tanto por las cualidades del agua dulce para permitir la vida, como por las plantas e insectos que son la base de las cadenas tróficas, por ejemplo, los peces se alimentan de plantas y los insectos son comidos por aves, anfibios, reptiles y mamíferos.
La composición del agua es muy compleja, la cual depende de lo que el agua disuelve del suelo por el que discurre, de los lugares a donde se dirige. Por tanto, si el suelo es pobre en sales o minerales, el agua también lo será. Si por el contrario, el suelo es rico en materias químicas solubles, el agua lo será también.
La composición, por tanto, es uno de los factores que determinan en mayor parte la vida que se pueda desarrollar en dicho ecosistema.
Dentro de los ecosistemas de agua dulce se distinguen:
·E. Lénticos: poco movimiento o escaso caudal, como lagos, estanques, pantanos y embalses.
·E. Lóticos: sistema de agua corriente, como, por ejemplo, los ríos, arroyos y manantiales.
Ecosistemas marinos
Los ecosistemas marinos cubren aproximadamente el 71 % de la superficie de la tierra y contienen el 97% del agua del planeta. Éstos generan el 32% de la producción primaria neta del mundo. Se diferencian de los ecosistemas de agua dulce por la presencia de compuestos disueltos, especialmente sales, en mayor cantidad en sus aguas. Aproximadamente el 85% de los materiales disueltos en agua marina son sodio y cloro. El agua marina tiene una salinidad media de 35 partes de cada mil de agua. Hoy en día la salinidad varía según los diferentes ecosistemas marinos.
Las clases de organismos que se pueden encontrar en los ecosistemas marinos incluyen corales, equinodermos, cefalópodos y tiburones. Los peces pescados en ecosistemas marinos son la mayor fuente de comida comercial obtenida de poblaciones salvajes.
Variedad de ecosistemas
Entre los numerosos tipos de ecosistemas que se pueden encontrar en la Tierra, hay unos destacados por su relación de dependencia del agua. El humedal es una zona de tierras planas en las que el suelo está empapado por agua, al menos, durante una parte del año, ya que posee aguas subterráneas a poca profundidad. Hay diversos tipos de humedales: los marinos, estuarinos, lacustres, ribereños y palustres. El manglar es otro tipo de ecosistema que se relaciona de una forma importante con el agua. Se trata de una agrupación de árboles semisumergidos que han sido inundados con agua, la cual posee altos niveles de salinidad. Es por eso que dichos arboles se desarrollan y sobreviven simplemente en terrenos costeros. Los arrecifes de coral están formados por una cantidad enorme de especies, por eso son considerados unos de los ecosistemas acuáticos más ricos. Su estructura está formada por enormes colonias de corales, arenas calcáreas y acumulaciones de sedimentos. Son más abundantes en las regiones tropicales, donde se distinguen dos tipos de corales: duro y suave.
Pero también hay ecosistemas caracterizados por su supervivencia sin agua. Son los desiertos, en los que las temperaturas son muy altas y las precipitaciones brillan por su ausencia. Por esta razón, la flora de este ecosistema posee largas raíces, que ayudan a retener el agua, y además, al tener las hojas en forma de espinas para no perder agua, realizan la fotosíntesis a través de los tallos. La fauna del desierto se distingue básicamente en dos tipos, aves que pueden volar largas distancias hasta encontrar agua o animales terrestres que se adaptan para soportar las escasas disponibilidades de agua.
Funciones de los ecosistemas acuáticos
Los ecosistemas marinos realizan diversas funciones medioambientales muy importantes. Por ejemplo, reciclan nutrientes, purifican aguas, atenúan inundaciones, recargan los acuíferos y proporcionan hábitats para la vida salvaje. También se usan para el ocio y son muy importantes para la industria turística, especialmente en las regiones de costa.